jueves, 16 de octubre de 2008

LA JUSTICIA DE LAS LEYES.


En una sobremesa, mientras Rosario terminaba con la fruta, me comentó que había personas con problemas de drogadicción que pagan multas con días, semanas, o meses de cárcel, dependiendo de su cuantía.

Si me lo hubiera contado otra persona lo habría puesto en duda, pero viniendo el comentario de ella, no. “Esta tía de eso sabe un taco”.

Hagamos juntos una reflexión. Lo justo sería que las condenas fuesen en proporción al hecho causante, es lo que los juristas llaman el principio de proporcionalidad.

Pues no, la justicia no funciona así, ya lo dijo Pacheco “la justicia es un cachondeo”. Supongamos que por no pagar una multa de 1.000€ un drogodependiente se lleva en la cárcel un mes.
Aplicando el principio de proporcionalidad, los del caso Malaya deberían estar en la cárcel toda su vida.
Y unas mil vidas en la cárcel se deberían llevar los banqueros que se han llevado la manteca y que han provocado una de cojones.

El fin de todo esto es el siguiente, y a las pruebas me remito. El drogodependiente no se lleva un mes, se lleva mínimo dos, porque algún marrón se comerá dentro del centro penitenciario. Los del caso Malaya salen dentro de unos días, en total tres o cuatro años de cárcel y muchas exclusivas por delante para seguir viviendo de puta madre. Y a los chorizos de los banqueros, al no haber cárceles preparadas para ellos se les ofrecen 100.000 millones de euros para que sigan robando.

Esto que yo digo lo coge un jurista y me lo rebate por completo apelando a las leyes (art.13 de la CE “todos somos iguales ante la ley”). Lo que no saben los juristas es que la ley no siempre fue justa.


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