viernes, 29 de abril de 2016

AL PRESIDENTE SUÁREZ



Si hay un personaje que me apasione de la historia política de mi país, ese es sin duda Adolfo Suárez, primer presidente del gobierno tras la dictadura del general Franco. 

Creo que es la primera vez que escribo sobre tan insigne mandatario y difícil será que mis palabras estén a su altura. Tampoco lo pretendo; ni estar a la altura, ni glosar en este post toda su trayectoria, entre otras cosas, porque me gusta  para éste, mi blog, las entradas breves. 

Vengo leyendo, gracias a uno de mis grandes asesores literarios, mi padre, el libro de “LA GRAN DESMEMORIA” de la periodista Pilar Urbano. En él, entre otras muchas cosas de lo que denominamos la transición, habla de la relación del presidente español con su homólogo francés. 

Y es aquí, en los gestos, donde me quito el sombrero ante este político. Siendo el último gesto, como presidente de todos los españoles, el más conocido; su gallardía, junto a la de su amigo Gutiérrez Mellado en la intentona golpista de 23F, hoy resaltaré el que tuvo en una comida con el presidente francés, Giscard d’Estaing.

Primero, os pongo en antecedentes.  Suárez, “aconsejado” por el rey Juan Carlos, hace su primera visita a Francia donde queda sorprendido y más que disgustado al conocer que no había  prevista una audiencia con el presidente Giscard. 

Al poco tiempo repitió visita, ahora sí, con audiencia del presidente francés. Este último lo recibió en el palacio del Elíseo. El despacho estaba al final de un largo pasillo con espléndidos cuadros a ambos lados. Al final del largo corredor, dos ujieres perfectamente ataviados hacían guardia,  y dentro de él estaba el presidente francés majestuoso observando a Suárez como se dirigía hacia él. Eso de que el presidente francés no saliera a su encuentro no le gustó nada al presidente español y se paró en seco ante uno de los cuadros que flanqueaban su “paseíllo”, haciendo observaciones sobre el mismo, obligó a Giscard a salir de su despacho y encontrarse con el mandatario español a mitad de camino. 

En otra ocasión, en un almuerzo con el presidente de los franceses, haciendo de nuevo gestos altivos ante él, Giscard le ofreció, alardeando en exceso los vinos franceses, un Château Latour de gran añada. Cuando el sumiller fue a servir el vino, Suárez puso la mano en su copa mirando la cara de sorpresa de su homólogo  y dijo “soy de tierra de vinos, pero hoy tomaré leche”.
Aquí lo dejo, añadir algo más sería una soberana equivocación.

Buen puente de Mayo.

miércoles, 20 de abril de 2016

MOTIVADAS Y TÓXICAS


Andamos bombardeados por cómo encontrar el santo grial de nuestros días: La Felicidad.

No son pocos los  libros de autoayuda, conferencias de gurús y otros medios los  que vienen aconsejando modelos de comportamiento, hábitos y conductas necesarias para conseguir eso que para muchos no es más que la zanahoria al burro, algo totalmente inalcanzable.

No seré yo el que aconseje a nadie de qué debe hacer para lograr tal cometido. El viaje a la felicidad que lo haga cada cual como crea  conveniente, pero sí que me gustaría alertar sobre aquellos que viviendo en un estado de éxtasis, llamados hoy en día como “los motivados” , se atreven a calificar al resto como pesimistas, aburridos, amargados, y que han buscado una palabra excesivamente gruesa para catalogarlos; personas tóxicas.

En la experiencia que me ha dado la madurez, he podido comprobar que se obvia demasiado los aspectos genéticos, digamos que cada uno tenemos nuestra propia química heredada, la cual nos hace reaccionar de diferente forma en situaciones similares.

Podemos tener los mismos zapatos para transitar en la vida, y sin embargo, ir dejando distintas huellas.

Buenas noches.

 

lunes, 18 de abril de 2016

PARECE QUE VOLVEMOS A REIRNOS


A todos nos ha pasado que un gesto, una frase, nos alegra el día.  Hoy me ha pasado a mí, un compañero en calidad de amigo, en el mejor ratito de la mañana, el desayuno, va y dice: “parece que volvemos a reírnos”.

Pues sí, hoy volvimos a reír, y lo hicimos sin olvidar que los últimos meses no habían sido fáciles, que las novedades que se nos revelaban a diario dificultaban las sonrisas.

Desgraciadamente, el grupo se ha visto mermado, unos por decisión propia, otros por decisiones ajenas, aún así el grupo existe y qué más da el número de componentes si la calidad es espectacular.

No más de un equipo de futbito, en muchas ocasiones hasta sin portero. Con eso basta. Cada uno de su padre y de su madre pero todos con muchas ganas de compartir ese ratito mañanero. Historias, algunas verdaderas y otras bastante noveladas, confidencias, inquietudes, pasiones, regados de muchas sonrisas. Y todo por poco más de un euro. Los placeres no siempre, o quizás nunca, fueron caros.

No pocas veces nos vemos observados por miradas que cuestionan esas sonoras carcajadas. ¿Se puede uno reír tanto un lunes a las nueve y media de la mañana?

Espero que lo que hoy ha vuelto venga para quedarse, y muchas gracias por verbalizarlo. A mí me alegraste el día.

 

 

domingo, 17 de abril de 2016

QUE TRISTEZA DE DIARIO ME ESTÁ SALIENDO


Cierto es que ando poco por aquí, y más cierto,  que la forma de andar es poco variada. Ya no sé si tengo un blog o un diario personal. Eso me preocupa poco, más preocupa las sensaciones que deja el mismo; tristeza, melancolía… Vamos, que un  Sábado Santo  lo convierte mi literatura en un par de castañuelas.

Debo confesar que en la intentona de novela-folletín a la que dedico algunos ratitos ya ha habido un intento de suicidio, una traición, una boda no deseada, y la próxima vez que me ponga tengo que sacar algún personaje nuevo porque ya he dado sepultura a dos, y eso que está ambientada en una de las ciudades más alegres del mundo, Sevilla, si la llego a ambientar en las playas de Utha (Normandía)…

Pues no, no soy así y me molestan esas vestiduras. Libro batallas, supongo que como cualquiera, algunas las gano y otras las pierdo. Cuando gano, lo disfruto y punto. Cuando la victoria no es posible, las heridas manan tinta que riegan folios en blanco.

No me gusta ni la chicha ni la limoná, mojar por donde pase no es mi objetivo, quiero más, eso sí, sin molestar, ni exigir, ni empujar.

Prometo enseñar mis dientes. Sin enseñar colmillos solo verás mi sonrisa.

 

martes, 12 de abril de 2016

LEJOS DE LA PRIMAVERA



Ando ausente de mucho, sobre todo de lo que no debiera. Poco a poco, el no ser se adueña del que quiere estar. Sumido en ese agujero negro, confundido en compás de espera, viendo como  a cada paso los pies se hunden en el barro, que hacen el transitar, siempre en espiral, mucho más incómodo, desagradable.
No me encuentro perdido. Sé donde estoy, reconozco el lugar, aunque algo parece haberlo hecho cambiar.  Lo encuentro aún más distante, más lejano.
Se presume difícil, y el esfuerzo por abandonarlo supera la fuerza de voluntad que en estos momentos atesoro.
No faltan asideros desde donde catapultarme, aún mal conservo a aquellos que te dicen que sí cuando el mundo te dice no.
Los años pasan y los sueños terminan siendo lo que son. El margen de mejora es cada vez más estrecho,  y sin cateterismos a la vista.
En la quietud, en el mimetismo con el entorno, en ese callar que otorga, en el ver pasar sin importar, desaparecer ante el que espera, el abandono del presente anclado al pasado y esperando al futuro como el que espera olas en un mar en calma.
Enciendes la tele y…
Se necesita tanto para tan poco que da asco ir a buscarlo.


viernes, 29 de enero de 2016

DOS MESES PARA OLVIDAR


Escribo estas líneas a 300 km/hora en el coche 10 del Ave Sevilla-Barcelona, que me lleva, junto a mi flamenca, a intentar disfrutar de un fin de semana cariñosamente planificado y que nos viene como anillo al dedo. El resultado es más que probable que dé para otra entrada en esta mi cibercasa. Pero como dijo Julio César “cuando lleguemos a ese río, hablaremos de ese puente”, añado yo;  “cuando crucemos ese puente, hablaré de ese río”.

Que tu psicóloga personal te permita dormir a su lado es algo que la master-card no puede comprar, vamos, que no tiene precio.

Si me sigues, habrás comprobado que escribir lo hago mejor desde la tristeza y la melancolía que desde el otro yo, la ilusión y la alegría. Así que no esperes mucho de éste.

Sentencia el maestro Sabina en una de sus canciones con un “el dinero es el único dios verdadero”, y aunque uno anda en el camino persiguiendo a Otro, lo vivido en estos últimos dos meses viene a certificar que lo años no pasan sin su látigo y que el de Úbeda afincado en los madriles (nunca mejor dicho lo de afincado; las aceras y las bocas de metro habitan en el olvido) hizo su pacto de caballeros con el mismísimo diablo. Trovador de espina y vinagre en noches de vino y rosas.

Unos de una forma lícita y otros no tanto, persiguen lo que todo lo compra, mientras tanto el tiempo pasa para los unos y los otros, ese tiempo que nunca podrán comprar porque ese sí que nunca estuvo en venta.  

Este latigazo dolió, con toda seguridad dejará una nueva cicatriz que reafirmará el camino.

Espinas,  vinagre, látigo y cicatrices para el que despreció a “ese dios verdadero”.

Barcelona…

 

jueves, 21 de enero de 2016

LA SOLEDAD DEL HUÉRFANO



“Todo lo que era sólido”, así tituló Muñoz Molina su ensayo sobre lo ocurrido en España durante la explosión de lo que se llamó la burbuja inmobiliaria. Un placer espinoso su lectura; buena pluma la que escribe sobre sucesos que han marcado a varias generaciones de españolitos.

Me pone triste pensar en todo lo que se quedó  detrás y más triste aún en los que se quedaron sumidos en la desesperación de no vislumbrar salida alguna. Morir desesperados debe ser como morir dos veces. 

Ilusiones, proyectos, esos cientos de cuentos de la lechera que todos nos hacemos, ese trabajo que era para toda la vida, un negocio súper rentable, el mercedes o el megane, el piso de la playa, los ahorros, las alas para emprender… y por último la esperanza. Todo quedó varado en un abrir y cerrar de ojo, que van para diez años martilleando la misma palabra: crisis.

Pero no pretendo en esta entrada hablar de las finanzas destrozadas, sino más bien hablar de ese destrozo de los cimientos políticos que tanto costó forjar y que ahora se muestran como una charca de aguas movedizas en las que todos, repito, todos, intentan sobrevivir.

Cuando se debería de hablar de cómo reconquistar el baluarte más importante que ha esculpido la clase media, que no es otro que el Estado del Bienestar, se prefiere hablar de niños y rastas en el Congreso. Cuando las formas vencen al fondo, el postureo campa por las moquetas. 

No es mi intención alargar esto demasiado, y menos confundir. En mi opinión, la cual comparto con gente a la que estimo y quiero,  el lodazal político será complejo de arreglar por diversos motivos. Me centraré en uno de ellos. 

Los mejores, sí, los mejores, no llegarán nunca a la política si no es por ideología y patriotismo. Horas muy bajas para ambos.

 Los mejores, sí, los mejores, no necesitan la política para comer. En los últimos años, la política ofrece migajas, exiguas nóminas utilizadas como disfraz reconciliador con los contribuyentes. El político mimetizándose con los de muy abajo y dejando que los de muy  arriba sigan controlando este juego de títeres. 

Mientras tanto, los que ni muy abajo ni muy arriba, los que dando utilidad a las dos manos, la izquierda y la derecha, agarramos sin pudor las dos banderas, en mi caso, la andaluza y la española, seguimos en la más terrible de las soledades. La soledad del huérfano. 

May Sanz.

martes, 5 de enero de 2016

ME LO PEDISTE.

Mientras escucho la melodía de la banda sonora de la película  La Vida es Bella, aporrreo teclas esperando complacer la petición que me hacía ayer una amiga.

La verdad es que El Viso (piensaviso) seguirá pensando, nunca lo dejó de hacer, incluso desde la desilusión que oculta una vida saciada de placeres.

Me pediste una vez un consejo y te lo dí, yo mientras tanto esperé que las circunstancias me apartaran. Tú desde la decisión personal, yo, como casi todo en mi vida, esperando que los vaivenes de la vida me separaran de ella.

Yo,con todo, un poco huérfano de aplausos, tú, con poco, sigues ahí en ese mundo enmarañado de bonitos sentimientos, resitiéndote a caer en las garras que a mi me agarran.

Y sigo escuchando música, ahora, la banda sonora de Forrest Gump, bellas melodías interpretadas desde la tristeza de sus instrumentos. La Vida.

Defenestrando a los gurús de los libros y charlas de autoayuda que no saben de guerras, holocaustos, ni de niños muertos. Todo en la vida no es bonito, no. Y lo digo hoy que la calle rebosa colorido, ilusión y esperanza.

No saldrá de mi pensar que tiempos pasados fueron mejores pero éstos tampoco lo son, a éstos les sobra celofán y confeti.

Suena ahora la de la película Gladiator. Supongo que seguiremos luchando, no queda otra, cada uno desde nuestra particular forma de ver lo que nos rodea. La lucha contra uno mismo indica el camino que recorrimos y nos prepara para el que vendrá.

Creo que ahora toca la de la Lista de Schindler, espero haber terminado antes de que empiece, tocar teclas intentando secar lagrmias de la mejilla lo dejo para funambulistas.

Suena ya, lo peor del ser humano. Te dejo, un beso.