viernes, 25 de febrero de 2011

DOCTOR MAY...




Visto lo visto, mejor dicho visto lo oculto, podría pensar y pienso que el problema no radica en dar la cara o no, ni siquiera en que los que gobiernen ó opositen lo hagan bien, mal, o regular. El problema es mucho más grave y digno de estudio y tratamiento por parte de sociólogos. EL VISO AUN NO HA HECHO SU PROPIA TRANSICIÓN.

Un pueblo que se significa por su valentía a la hora de emprender.
Un pueblo que, en demasiados casos, expresa su rebeldía ante la autoridad.
Un pueblo que se reconoce en la lucha a favor de la libertad y la democracia.

Este pueblo no puede tener miedo a, en libertad, expresar lo que piensa. Este pueblo no puede permitir envilecerse con el ejercicio de “la política con capucha”. Este pueblo necesita “desarmar” a los francotiradores, señalando, todo unidos, a los que llevan toda una vida clavando la navaja por la espalda.

Buen fin de semana.

lunes, 14 de febrero de 2011

PARA MIS NIETOS

Un día como hoy de hace 17 años.

Así es, un día como hoy me monté en el tren que me llevó a la capital del reino a servir a la patria. Lagrimillas rodaron en esa noche fría. Un “no te preocupes que nueve meses pasan volando” fue el mejor bálsamo para una noche velada en ese tren.

La que más me quiere llegó a pensar que la mili me cambió. Yo, aún tengo dudas…

Los estudios, la edad, y supongo que el poco pelo, me ahorraron barrigazos y días de pólvora. Cinco en pie, cinco con la rodilla en el suelo y cinco con el cuerpo en la tierra fue mi bagaje con esa novia de acero que me acompañó durante el mes de instrucción.
“¿Pero mi Alférez, cómo me van a destinar de conductor de un general en Madrid?” a lo que el de complemento contestó “Sanz, mira a los lados y lo comprenderás”.

El general de división D. José Luis García Esponera, socialista supuse yo, pues a diario le compraba el País para que el pájaro llegase informado a su puesto de mando. El cuartel General del Ejército, sita en la plaza de Cibeles.

Diana, media hora antes que el resto, tras un “Sevilla, levanta” del cuarto imaginaria minutos antes de arrancar, el peugeot 309 gris perla con los cristales tintados y con las matrículas dobladas, dirección a la residencia del militar.

No había día que, tras diez o quince minutos esperando su salida de los soportales de una urbanización de Barajas, pensara “Me cago en la puta, a este tío le pegan un tiro seguro”, otras, después de haberlo llevado a dos sepelios por militares muertos en manos de la banda (emoción y rabia contenida a raudales), me salía un “este hijo de puta tiene más huevos que el caballo del Espartero”. Yo, conductor, vestía de paisano. Él, general de brigada, en Madrid, año 1994, vestía con todo el uniforme, incluida gorra de plato y medallitas.

Así, durante siete meses y medio. ¿Atuendo conocido?, el uniforme y el pijama. Digo lo del pijama, porque una mañana de niebla, tras más de media hora de espera en el coche oficial y con la mosca detrás de la oreja, lo veo venir. Con la niebla pensé que vestía de paisano, mayúscula fue mi sorpresa al acercarse el tío en pijama y zapatillas. Yo, abriéndole la puerta como de costumbre le espeté un “Buenos días mi general” a lo que me contestó “mi suegro a muerto, por favor Ángel, lleva a mi mujer y a mi suegra al hospital Moncloa”. Antes de abrir la boca, ya estaban las dos urracas llorando a moco tendido sentadas en el asiento trasero. Por mi preñada frente se podía leer lo que pensaba, “me cago en todos mis muertos, donde cojones estará el hospital Moncloa”.

Dejada atrás la nacional dos y entrando ya en María de Molina tras más de media hora de llantos y mocos, les dije: “Lo siento. Yo no se donde está el hospital”. Mano de santo, ya no hubo más lágrimas. Las dos se apiadaron de mí y me indicaron el camino. Cuando llegamos, y después de haberme sometido a un tercer grado por parte de la madre y de la hija, el que lloraba era yo.

Si que es cierto que el destino me agenció buenas amistades, sobre todo la de una mujer que me hizo muy llevadera la pesada mili. Mª José Crespo, la secretaria de mi general. En esta historia, como en la mayoría de mis historias con mujeres no hubo eso que canta el maestro “piel, saliva y sudor” pero si que mucha, pero que mucha risa. Rubia, alta, con los ojos celestes. Feota. Un poquillo gangosa, a saber, heredera y heredante. Su hija, con cuatro añitos, también apuntaba. Ella me enseño Wp5.1 y yo, gracias a mi novia Rosario y a mi futura cuñada Antonia le indiqué que lo de su hija se corregía en las manos de un logopeda. Los dos nos estábamos agradecidos.

Llegó el día de marras. Yo ya sabía lo que era un coche con orificios de bala. Un compañero de la unidad, valenciano, vio como tiroteaban hasta dar muerte a su general antes de entrar en el coche, creo recordar que era un Ford Orion, blindado. Los tiros al coche sólo buscaron intimidar al soldado. Al valenciano no lo licenciaron pero no volvió a coger un coche por las calles de Madrid. Se le veía por la unidad de Bretón de los Herreros sin ningún servicio asignado, esperando el día de la blanca.

“Buenos días Ángel, hoy vas a coger por Serrano. Durante unos días vamos a cambiar el recorrido”. Nacional dos, avenida de América, María de Molina, Serrano en vez de Castellana, Barquillo…

Cuando llegué se lo comenté a Mª José y no me dijo nada. Me senté y esperé, tras cinco minutos, el general salió de su despacho y dijo “Mª José, hay amenaza de atentado”luego volvió a entrar. “Mª José, yo también voy en el coche y ni me ha mirado para decírmelo”, tras cinco minutos de erre que erre con ella, abrió la boca, “Vamos a tomar un café”, luego lo propio “no te preocupes” y un “tú ahora eres un militar igual que él”.

Lo dejé en su casa, no abrió la boca en todo el trayecto aunque tampoco dio la cabezadita que solía dar.

Al llegar a la unidad, todo estaba dispuesto, un seat málaga azul sustituiría al peugeot durante unos días, y repaso a los temas de seguridad; nada de calles de un sólo sentido, circular por el carril de la izquierda, en los semáforos siempre dejar distancia para cierta movilidad del vehículo y lo más importante, pero también lo mas difícil, nunca una moto al lado del coche “si hay que dejarla caer se deja caer”.

No hablábamos mucho, pero sabía que podía contar conmigo. Nunca me dio las gracias por nada, pero si hubo un “llegaste a tiempo” que me sonó a gloria. Recepción con el rey. El palacio real engalanado para la ocasión. Ujieres y guardia real vestidos con trajes de época. La única duda es cuanto tiempo estaría esperando en el patio del palacio. De repente veo como se acerca un ujier y me pide que lo acompañe. Pasada un verja veo a mi general, “a la orden mi general” fuerte y claro, a lo que me contesta “Ángel, me he dejado el fajín en el cuartel, he llamado a Mª José y estará esperándote en la puerta para dártelo. Por favor, date prisa”. De lo que voy a decir estoy seguro “soy el único visueño que he entrado en el palacio real a lo James Bon”.

Al poco tiempo lo ví en televisión, lo dieron por muerto en una misión de la Otan en los balcanes. No tuve huevos de mandarle una carta para decirle que yo también recé por él.

Por si el de allí arriba no permite que os lo cuente. Un beso de vuestro abuelo.

viernes, 11 de febrero de 2011

ABRE LOS OJOS Y MIRA...

Ayer miraba, mientras se quedaba dormido en el sofá, a mi hijo Manolo. Qué grande está, me llega por el hombro. Ya despega llevarle de la mano, con lo que me gustaba…
Si Dios quiere esta puñetera crisis no la sufrirá en sus carnes, otras seguro que sí pero por Dios esta no, esta no.

Esta nos ha cogido sin margen de maniobra. No es que no tengamos, lo peor es que lo debemos…
Recoger cartón o chatarra...Somos tantos, que ni chinitas encuentro en el camino…
Voy a coger una caja de cartón y me pongo a vender dulces, mientras papá se va a buscar espárragos…
¿Quieres una papeleta?
Cómprame estos pares de calcetines, cinco a tres euros, que yo no sirvo para pedir.
De la semana que viene no pasa que me presente en Cáritas y exponga mi situación. Tranquila mamá, me han prometido un trabajito que nos aliviará, y dile a papá que deje las pastillas que le han mandado que se va a quedar gilipollas…
Como se nos muera la abuela vamos jodidos…
Me voy, me voy, y me voy para Alemania, aunque requieran tres idiomas y yo solo tenga uno, mis dos huevos y el hambre que arrastro suman cuatro.

Omío, ¿Estamos en la tercera o cuarta modernización? La verdad que no lo se pero el otro día ví a un político en la tele de mi pueblo diciendo que tenían cola de jóvenes diciendo que gobernar mejor era imposible.

Así que ya sabes Carlos Javier, le damos también un premio “José María de los Santos” y a lo mejor hasta se emociona.

Saludos.

PD. Este post va sin fotos. Abre los ojos y mira a tu alrededor…

viernes, 4 de febrero de 2011

Esta noche, vuelve la LUZ.

¡Mucha mierda, Luz!, hoy lo vas a bordar...

Qué bonito es el rojo del amanecer...

!Ah, no te olvides! ya sabes que moriría por dar un paseo contigo en París.


miércoles, 2 de febrero de 2011

BIPARTIDISMO..., ALTERNANCIA....¡Ya nos vale!

Ahora, el expresidente González con sus magníficos altavoces, pide la desaparición de la diputaciones, o lo que es lo mismo, dinamitar la cueva de Alí Babá que a su antojo ha utilizado para esquilmar las arcas de un estado al que ve morir desde la poltrona capitalista de una multinacional.
A eso le llamo yo; “ver toros desde la barrera”.
A buenas horas mangas verdes, con el tiempo que llevamos desde el andalucismo pidiéndolo…
Sr. González, por qué no coge el carné del Partido Andalucista. Bueno, mejor no, que usted confunde el verbo coger con el verbo robar.

Y mientras tanto, el otro, la otra cruz de la moneda, gritando en todos los foros: “España una, grande y libre”.

Así nos va…