A todos nos ha pasado que un gesto, una frase, nos alegra el
día. Hoy me ha pasado a mí, un compañero
en calidad de amigo, en el mejor ratito de la mañana, el desayuno, va y dice: “parece
que volvemos a reírnos”.
Pues sí, hoy volvimos a reír, y lo hicimos sin olvidar que
los últimos meses no habían sido fáciles, que las novedades que se nos
revelaban a diario dificultaban las sonrisas.
Desgraciadamente, el grupo se ha visto mermado, unos por
decisión propia, otros por decisiones ajenas, aún así el grupo existe y qué más
da el número de componentes si la calidad es espectacular.
No más de un equipo de futbito, en muchas ocasiones hasta sin
portero. Con eso basta. Cada uno de su padre y de su madre pero todos con
muchas ganas de compartir ese ratito mañanero. Historias, algunas verdaderas y
otras bastante noveladas, confidencias, inquietudes, pasiones, regados de
muchas sonrisas. Y todo por poco más de un euro. Los placeres no siempre, o
quizás nunca, fueron caros.
No pocas veces nos vemos observados por miradas que
cuestionan esas sonoras carcajadas. ¿Se puede uno reír tanto un lunes a las
nueve y media de la mañana?
Espero que lo que hoy ha vuelto venga para quedarse, y muchas
gracias por verbalizarlo. A mí me alegraste el día.
2 comentarios:
Me alegro mucho, compadre!
La vida es mejor tomársela con humor! Y en eso tú eres experto!.
Un abrazo.
PD: Por cierto, cámbiate la foto del perfil, "pishita" que tienes una carademalahostia que echa para atrás!!
jaja, lo haré compadre, a ver si me hago una sesión fotográfica.
Otro.
Publicar un comentario