Hoy habrá sido por enésima vez
trending topic en las redes sociales de nuestro pueblo. Espero que hoy haya
despertado sentimientos más humanos que los que recibió en vida, sobre todo en
sus últimos años y afortunadamente no de todo el mundo. Que no todo el mundo es
igual.
Se va joven, aunque castigado por
una vida que seguro nadie cambiaría. Sin pretender que esto sea una loa a su
forma de vivir, algo tendrá el agua cuando la bendicen. Vivió “acomodado” en la
beneficiencia, la paguita, el mandadito y el bufoneo low cost, ese que se paga
con un cigarrillo o un botellín de cerveza un viernes por la tarde en cualquier
bar de nuestro pueblo.
Aunque sé que es difícil, y yo,
en muchos casos que no en éste, soy
pecador, es más reconfortante reírse con alguien que reírse de ese alguien.
Pues eso, que cada palo aguante su vela.
Aunque alguna vez me llevé ese “vete
a tomar por c…” que regalaba a diestro y siniestro cuando se le negaba lo
demandado, jamás escatimó su saludo.
Yo, en este entierro, la vela que
aguanto es la del respeto a uno de los nuestros.
Descansa Quisco, lo que venga
será mejor.
Pd. Esta foto no nos la quita nadie.