viernes, 22 de agosto de 2014

CUARENTA Y CINCO ABRILES EN CANAL



Ni tan joven que no pueda morir hoy mismo, ni tan viejo para que la vida me regale una año más.
Con estos años, que tienen un buen premio, es fácil regalarse un buen post. De ti, querido May, me gustan hasta los andares.
Me gustas cuando abres los ojos y, aún acostado, dejas la oscura noche con una sonrisa, una melodía silbada o con una buena canción mal cantada.
Me enternece ese olor mañanero. Fiel a tus costumbres;  enganchado a chorreones de Nenuco.  
Acertó el de la bata verde cuando te recomendó esa media pastillita mañanera. El corazón sólo puede ser ciclotímico para bombear sentimientos, para lo demás tiene que ir como un reloj.
Bendita tu locura que hace saltar sonrisas en el coche que te lleva a la monotonía, en el bar que tomas el primer café, en la misma monotonía. Suena bien cuando alguien te dice “sin ti, esto no es lo mismo”.
Me encantas cuando cuentas un mal chiste en un entierro;  has visto la cara que ponen algunos?  Yo creo que hasta les sienta mal que tengas esas ocurrencias.  Y como tú dices “que más se puede hacer en un entierro, si pudiera o supiera, yo sería el primero en ayudar de otra forma”
Me siento maravillosamente encantado cuando después de tener buena salud,  familia y amigos que te quieren, una cuenta corriente, en estos tiempos, poco corriente dices eso de “Esta vida es una puta mierda”
Arrebatadores son tus piropos a las mujeres, lástima que muchas de ellas solo hayan tenido eso, piropos. La verdad es que siempre les fue difícil llevarte a la cama. Siempre te gustaron las mujeres más por lo que se ponen que por lo que se quitan.
Espectacular es tu lucha por estar en forma. Mayor resultado tendrías si intentaras esculpir una roca con un palillo de dientes, pero como sé que te gusta sudar… En eso eres el número uno.
Gran enemigo de ti mismo. De tu lucha continua entre mente y cuerpo lo que más disfruto es cuando te abandonas, sentado en soledad, a ese paquete de tabaco y a esa botella  a las puertas de una negra noche.
Productivas tus noches de insomnio. La duermevela de tu cumpleaños dio para esto.
Felicidades puretón!!!!

viernes, 1 de agosto de 2014

HA MUERTO UN MAESTRO



Así es, hoy ha muerto un maestro en mi pueblo. 

Día sordo de un verano atípico, mangas de camisa para recibir el mes. Cuerpecito cortado con la triste noticia. 

Su sufrimiento me ha sido ajeno. Durante el padecimiento de su cruel enfermedad no he tenido contacto alguno con él.  Sabía por amigos y conocidos de su lucha física y mental por no abandonar hilos de esperanza. Se acabó tu lucha maestro. Abandonas hoy el dolor y el sufrimiento y lo repartes entre tu familia, amigos y conocidos. El poquito de ese dolor y sufrimiento que me ha tocado se multiplica al escribirte. 

Me caías bien maestro. Hallaba en ti cierto mimetismo. Me gustaban tus formas. Ese poquito de rebeldía con la que tratabas a la vida en todo su conjunto. Me gustaba cuando te veía correr, me gustaba verte defender de forma apasionada, quizás visceral, tus ideas, aún sin compartirlas,  en tertulias televisivas. Fuiste maestro para muchos, sin haber compartido aula. 

Se pueden contar con los dedos de una mano las veces que he tenido la ocasión de dialogar contigo. Todas un placer. 

Maestro Jesús, mi hijo Miguel, tu alumno, te recordará siempre. 

Tomo prestada, como despedida, una frase de mi cuñada Antonia (maestra como tú) que alivia el dolor de un hasta siempre.

“PENSEMOS QUE SIGUES VIVIENDO EN LO QUE CADA NIÑO O NIÑA APRENDIÓ DE TI”