domingo, 13 de septiembre de 2009

LIBRE DE PENSAMIENTO. ESCLAVO DE MIS PALABRAS


Recuperado el interés por escribir algo en este que es mi espacio de reflexión, y después de haber pasado un muy buen día de Santa María en los niveles de confraternización con amistades y familia. Muchos de los que entráis en mi casa, que es la vuestra, sabéis que me gustan las tradiciones. De aquí a un tiempo veo el renacer del berlanguismo español, sobre todo en procesiones católicas, que no cristianas. Los buenos, cangregeando delante del paso, y los malos, estrategicamente dispuestos detrás de él. Anacrónica y puebleina la mezcla de poderes que se ve, cada vez más, en las procesiones de nuestro pueblo. Poderes que aborregan a un pueblo que necesita despertar pronto de la ponzoña a la que está sometido. Me refiero al poder político y al religioso.


Dicho esto, quiero poner de manifiesto mi voto particular a la contratación de personal de seguridad privado por parte de nuestros gobernantes para dar cobertura a esa pandilla (Rae: amigos que siempre van juntos) de agentes de policía que tenemos en nuestro pueblo y que utilizán los partes de baja como excusa para no realizar la labor que tienen encomendada y por supuesto por la que le pagamos todos y todas con nuestros impuestos.


Mi más sincero apoyo a la medida adoptada por parte del delegado de turno de garantizar la seguridad de todos, aún a sabiendas,que nos supondrá un coste añadido a nuestras esquilmadas y mal administradas arcas.


Mi más sincera repulsa a aquellos, médicos y sindicalistas incluidos, que dan cobertura a esa pandilla de manolos (alguana manola también hay) que han dejado tirado a sus vecinos en unos días tan bonitos para los de paisano y tan complicados para los que tienen que garantizar nuestra seguridad.