lunes, 26 de junio de 2017

MARTITA; AMSTERDAM Y LA FABRICA DE SALCHICHAS.



Pues sí, ya le tocó a uno de los nuestros, en este caso utilicemos el género correctamente, una de las nuestras. 

A la hora que aporreo el ordenador, debe de estar ella con ese cosquilleo que se repite cada vez que unos se pone a prueba. Objetivo: Perfeccionar el inglés sin que cueste mucho a la familia. 

La verdad es que no es nada nuevo para muchos de nuestros jóvenes, ya sea de au pair, de camarero, o en este caso en una fábrica de elaborados cárnicos, la posibilidad  de empezar a volar  está lejos del nido; del cariño, del desahogo, de la comprensión que se encuentra en la familia. 

Seguro que no será fácil, pero conociendo su solvencia a la hora de afrontar retos, disfrutará de los logros conseguidos luciendo la mejor de sus sonrisas y por supuesto, porque ya lo hizo, sabrá lamerse las heridas.

Yo que soy un poco frívolo a la hora de catalogar a la juventud, me tengo que quitar el sombrero y expresar mi admiración a tantos valientes que afrontan ese tipo de retos. Porque éstos portan tantos tatuajes en la piel como cicatrices en el alma. 
 

1 comentario:

Anastasio Pineda dijo...

Buenas,

No lo sabía!!! Vendrá crecida y más poderosa. Habrá merecido la pena el sacrificio.

En los tiempos que corren, esta emigración transitoria de una joven pero sobradamente preparada es algo habitual. El tiempo volará rápido.

Como diría mi abuelo: "Hambre que espera hartura no es hambre ninguna!"

Abrazo