lunes, 14 de septiembre de 2015

AQUI TIENES MI REGALO


Como un espejo que mejora al modelo, así te veo yo. Me gustas, aunque mis decibelios quieran pulir lo que nunca conseguiré y que el tiempo y otros, tu vida en definitiva, harán sin el más mínimo esfuerzo.

No puedo ser tu amigo, aunque no me hubiera importado ser uno más de esa legión.

No lo creerás, pero cuando te miro te veo como un luchador contra los genes que heredas y no gustan, aún sin saber que ellos nunca pierden  porque son tú mismo. En la batalla de la perseverancia me has ganado, bueno, en otras también. Permíteme que te lo cuente cuando nos podamos mirar a los ojos sin reconocernos en el rol que ocupamos.

Sabes bien lo que significas para mí, y te agradezco que me dejes disfrutar del que te sigue, sabes que tu puesto es de mayor responsabilidad pero los que nos criamos en la entreplanta tenemos un mimetismo especial, compartimos trinchera.

Te agradezco, y no sabes cómo, la relación tan íntima, tan cariñosa, madura, que tienes con la que llegó la última para ponerse, en muchos casos, la primera. No en pocas ocasiones te veo usurpar mi identidad dentro de la tribu. Lo haces perfecto, sabes pastorear porque conoces la dureza del camino; has debido de llorar mucho más de lo que te he visto. Eso te hace fuerte.

Hoy cumples los dieciséis, no tienes la mayoría de edad que habilita para cosas superfluas como conducir, votar… pero sí que eres mayor para experimentar con los claroscuros de la vida. La adolescencia marca, sin querer darte lecciones, tampoco creo que sirvan. Es tiempo de dejar sitio a la que llama a tu puerta; la madurez.

Por último, confesarte que acerté cuando elegí a mi compañera de camino, la única persona que te quiere más. Nunca olvides  que sus manos envejecen esculpiéndote.

Un beso.


PD. Sueño con el momento de compartir una cerveza contigo. Todavía es pronto. Que El y Ella nos lo permitan.

 

 

 

3 comentarios:

Anastasio Pineda dijo...

Buena rama la que tiene buenas raíces

MAY SANZ MARTIN dijo...

Mi Manolo, ay mi Manolo.

CARMEN PINEDA dijo...

Todavía recuerdo cuando quería ser "Picaor" de toros.