
Hace años que leí “El Principe” de Maquiavelo, lectura recomendada personalmente por mi profesor de filosofía en mi etapa de bachiller, llegando a la conclusión contraria a la que promulga el libro, en política, como en todos los órdenes de la vida, es mejor se amado que temido.
No entiendo como en pleno siglo XXI y con el extensísimo ordenamiento jurídico que nos ha dado la conquistada democracia aún se avasalle desde el poder y se siga arrodillando a la gente.
Que bien suena eso de “PODER PARA SERVIR”.