viernes, 13 de febrero de 2009

UN CATORCE DE FEBRERO


Hoy voy a escribir sobre un hombre que ni siquiera llegué a tratarlo, tan sólo una vez me pidió que le trajera lotería de Doña Manolita cuando yo hacía la mili en la capital del reino.

A este hombre, la vida le llevó a buscar el pan en otro país. Supongo que la vida en otro país no debe de ser nada fácil. Cuando regresó, se trajo una “jartá” de trabajar y una familia muy grande. Montó un pequeño negocio, y nuevamente se “jartó” de trabajar.

No le traté, no puedo decir como era, pero lo que estoy seguro es que lo que hizo mereció la pena.

Buen árbol el que dio tanto fruto bueno. Uno de esos frutos, es mi amigo.


PD. MAÑANA ES A LAS 8 DE LA TARDE.

No hay comentarios: