sábado, 17 de enero de 2009

EL HOMBRE DE LA SALA DE ESPERA

Os voy a contar una hecho real que, aunque os parezca una bobada, me apetece sacar a la luz.

Una noche, una madre llega a urgencias con su hijo pequeño aquejado de una meningitis. Los médicos que le atienden le comentan la gravedad de la enfermedad y la importancia de las primeras horas para la supervivencia del niño. Esa madre, en la sala de espera, sabía que si la llamaban en las primeras horas sería para comunicarle la muerte de su hijo.

Esa noche, afortunadamente, fue larga. Los antibióticos hicieron su efecto, y el niño y la madre, pasados unos días, regresaron a casa.

Esa madre me contó como, en esa larga noche mientras rezaba, se le sentó un hombre a su lado y dándole conversación pasó toda la noche junto a ella. Al amanecer, al regresar a la sala de espera de una de las tantas idas y venidas para preguntar por la evolución de su hijo, el hombre había desaparecido. Preguntó por él, pero nadie de los presentes lo había visto esa noche en esa sala.

Buenas noches.

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