viernes, 1 de agosto de 2014

HA MUERTO UN MAESTRO



Así es, hoy ha muerto un maestro en mi pueblo. 

Día sordo de un verano atípico, mangas de camisa para recibir el mes. Cuerpecito cortado con la triste noticia. 

Su sufrimiento me ha sido ajeno. Durante el padecimiento de su cruel enfermedad no he tenido contacto alguno con él.  Sabía por amigos y conocidos de su lucha física y mental por no abandonar hilos de esperanza. Se acabó tu lucha maestro. Abandonas hoy el dolor y el sufrimiento y lo repartes entre tu familia, amigos y conocidos. El poquito de ese dolor y sufrimiento que me ha tocado se multiplica al escribirte. 

Me caías bien maestro. Hallaba en ti cierto mimetismo. Me gustaban tus formas. Ese poquito de rebeldía con la que tratabas a la vida en todo su conjunto. Me gustaba cuando te veía correr, me gustaba verte defender de forma apasionada, quizás visceral, tus ideas, aún sin compartirlas,  en tertulias televisivas. Fuiste maestro para muchos, sin haber compartido aula. 

Se pueden contar con los dedos de una mano las veces que he tenido la ocasión de dialogar contigo. Todas un placer. 

Maestro Jesús, mi hijo Miguel, tu alumno, te recordará siempre. 

Tomo prestada, como despedida, una frase de mi cuñada Antonia (maestra como tú) que alivia el dolor de un hasta siempre.

“PENSEMOS QUE SIGUES VIVIENDO EN LO QUE CADA NIÑO O NIÑA APRENDIÓ DE TI”

3 comentarios:

Anastasio Pineda dijo...

Buen post compadre!
Un abrazo

Unknown dijo...

Preciosas palabras para despedir a una persona que aún sin conocerla según tus palabras apreciabas.
Mi más sentido pésame a su mujer INMA y a su familia. D.E.P.

Anónimo dijo...

sabes? era un gran apasionado de la lectura.