Para no perder el nada envidiable
ritmo de uno por mes, escribo este post, sin mucho que contar pero obligado a
abonar este pequeño huerto de ideas y vivencias que vengo dejando desde hace
años en el ciberespacio. Muy de vez en cuando, rebusco en él, encontrando sólo
frutos que vienen a avivar el fuego de la nostalgia, que en mí, arde hasta
quemar.
Bueno, resumiendo sentimientos: Uno,
la música en directo me cautiva. Dos, envidia de oradores.
En el uno, Bruce, Jozabed y
Paracatú, Caronte, La Guardia,
Danza Invisible y las ganas que me quedaron de ver a Fito.
En el dos, Anastasio Pineda, Paco
Vergara, Juan Guillermo Bonilla.
Cada uno a lo suyo, en lo suyo. En
definitiva, en su estilo.
Aunque podría y debería dejar el
post aquí. Os contaré una vivencia que me viene al pelo para dejar sembrado
otro sentimiento personal.
Viajábamos a Barcelona cuando mi
hermano Alejandro me habló del temido PUNTO DE NO RETORNO. Yo que había vivido
siempre el despegue con cierto disfrute…
Motores a toda potencia, velocidad
máxima, final de pista, final de pista, final de pista. En ese momento,
Alejandro me dice “PUNTO DE NO RETORNO. NO HAY ALTERNATIVA POSIBLE. O VUELA O
TODOS AL CARAJO” El cosquilleo que se siente cuando las ruedas abandonan el
suelo se multiplicó.
Desde ese día utilizo esa frase
para definir vivencias cotidianas.
En demasiadas ocasiones,
atravesar ese punto se me hace insufrible.
Buen invierno a todos. Siempre
primavera en ellas.
PD. Al papá de la pequeña G. un abrazo fuerte y sincero.
1 comentario:
Leer por el puro placer de leer a alguien que escribe por el puro placer de escribir es un gustazo. El primer párrafo es insuperable.
No hace falta que te diga que te prodigues más, ya sé que el compromiso con tu compadre es de uno al mes. Probablemente seas hombre de uno al mes.
PD: Muchas gracias por tu PD.
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